El verano de 2016 comenzará esta madrugada a las 00.34 horas (hora peninsular española) del 21 de junio en una noche de Luna llena, un raro evento que merece la pena contemplar, ya que no ha sucedido desde hace 68 años. Esta estación durará 93 días y 15 horas y terminará el próximo 22 de septiembre, día en el que se dará paso al otoño.
Según explica el Observatorio Astronómico Nacional, el inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más boreal.
El día en que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27′) y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia; a esta circunstancia se la llama también solsticio de verano. En este instante en el hemisferio sur se inicia el invierno.
El día del solsticio de verano corresponde al de mayor duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y aquél en que se pone más tarde. Un hecho circunstancial no relacionado con las estaciones se da también en esta época: el día del afelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año.
Es este mayor alejamiento al Sol la causa de que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano (según la conocida como segunda ley de Kepler) y por lo tanto la duración de esta estación sea mayor que otras.
En esta época del año se podrá observar en el cielo matutino a Urano, mientras que en el vespertino serán visibles Marte, Júpiter, Saturno y, desde mediados de julio, Venus.
La Luna llena del 21 de junio, justo cuando comienza el verano, será retransmitida online por la red de observatorios Slooh desde el Instituto de Astrofísica de Canarias.
Durante la retransmisión, expertos explicarán el raro evento de que la luna llena coincida con el solsticio.