Paco Gómez ha vuelto a tomar una decisión sin precedentes. Sin previo aviso el dueño del Cartagena se ha cargado de un plumazo todos los equipos de base del club, siete equipos en total que venían jugando desde hacía dos temporadas en el polideportivo municipal de La Unión.
Desde el equipo que militaba en Tercera División hasta el último de los equipos de infantiles, el empresario de Jacarilla ha ordenado la desaparición de todos ellos. Sin previo aviso, sin consultar, sin hablar, el de Jacarilla se ha cargado de un plumazo la ilusión de cerca de doscientos chavales que habían apostado de lleno por jugar en las bases y formar parte de la cantera cartagenerista.
Los equipos que desaparecen son el Cartagena B, de Tercera División, el juvenil de Liga Nacional, el de Primera, los dos conjuntos de cadete y los dos infantiles, en total casi doscientos jugadores con sus respectivos técnicos, ayudantes, delegados…todos eliminados en un abrir y cerrar de ojos.
La noticia surgía en esta misma tarde del lunes, cuando el director de las bases, Paco Sánchez, recibía una comunicación urgente desde el club para convocar una reunión con todos sus colaboradores y comunicarle la decisión. Por increíble que pudiera resultar así era y el Cartagena se queda en un abrir y cerrar de ojos sin equipos, con lo que todos sus jugadores, la mayoría de ellos con un buen futuro por delante, se quedarán libres.
Lo peor de todo es la ilusión quebrada de estos chavales que han ido y van a ir recibiendo la noticia como un auténtico mazazo. El dueño del Cartagena ha rizado el rizo dando una puñalada por detrás al fútbol base de la ciudad.
Muchos chavales que aún no conocen el alcance de la noticia van a enterarse por este diario digital así como la inmensa mayoría de los padres que, en breve, se reunierán con los responsables hasta ahora de las bases, con Paco Sánchez a la cabeza, que informará de lo acontecido.
Hace unos años ya hizo algo parecido con el entonces llamado Cartagena Promesas. Entonces fue sólo un equipo, ahora ha vuelto a repetirse, pero multiplicado por siete. La noticia que ya adelantamos en este diario corre como la pólvora por los círculos futbolísticos de la ciudad por su trascendencia.
Parece increible como Paco Gómez se compromete primero, juega con la ilusión de los chavales, y se desentiende después.