Ir de caza mayor a África no es para todos los bolsillos. Y de los países del continente, Botsuana no es, precisamente, de los más baratos. El safari de caza en el que el Rey Juan Carlos I sufrió una factura en la cadera podría haber costado, en función del animal que fuese el objetivo de la cacería, un mínimo de 10.000 euros y a partir de 30.000 si el objetivo era un elefante, uno de los ‘cinco grandes’. A partir de dicha cantidad, los precios se pueden multiplicar según las condiciones del safari y el número de animales abatidos.
«Botsuana es un país caro por sus condiciones», explica Fernando Martínez, experto en la organización de expediciones de caza a África. «Casi todo son concesiones del Gobierno, que es quien impone los precios. A dichas cantidades cada organizador le suma su margen por cada día de caza», añade.
Cacería de elefantes de Rann Safaris
Imagen del Rey publicada en la web de la empresa Rann Safaris.
Es decir, en un safari de caza se paga por varios conceptos. En primer lugar, por la organización de la cacería. Este concepto incluye traslados, alojamientos o guías y se inicia una vez en el país de origen. En el caso de la agencia Arena Hunting Services, para la que trabaja Martínez, el precio de un safari de 14 días para la caza de un elefante por este concepto alcanza los 18.100 euros. Si el objetivo fuese cobrar un búfalo el tiempo de safari se reduciría a siete días y el precio 9.050 euros.
En segundo lugar, en un safari de caza se paga por los permisos para disparar y por pieza abatida. «Las compañías locales que se dedican a organizar los safaris consiguen los permisos del Gobierno de Botsuana. Te dan permiso para zonas determinadas y no son difíciles de conseguir, aunque las cuotas [de animales disponibles] son muy estrictas». Es decir, no es lo mismo cazar antílopes que elefantes o leopardos, mucho más caros. Tampoco es lo mismo cazar un elefante pequeño que uno grande: «Depende del tamaño de los colmillos, de su peso en libras», explica el experto en caza.
Escoger los animales antes de salir
Eso sí, como explica Martínez, es mejor saber antes de organizar el viaje qué animal es tu objetivo: «Probablemente te permitan cazar a un animal distinto del que tenías previsto, pero tendrás que pagar la tasa y además se aumentará el precio del safari» ya que no es lo mismo seguir a uno de los ‘cinco grandes’ -búfalo, elefante, leopardo, rinoceronte y león (que no se puede cazar en Botsuana)- que a antílopes.
Las tasas, en todo caso, están establecidas por el Gobierno de Botsuana y, en 2011, en el caso del elefante, eran de 4.000 dólares por la licencia y entre 5.000 y 15.000 por animal abatido. El búfalo se quedaba en 1.000 y 3.000 respectivamente, el avestruz en 200 y 500 dólares y el Órix en 500 y 1.000 dólares.
Así, la caza de un elefante mediano en una agencia como Arena Hunting ascendería a 28.750 euros sin contar los gastos extra en que pudiese incurrir el viajero. Cantidad similar e incluso inferior a otras muchas agencias del sector. Un cazador contactado por este periódico que prefiere no revelar su nombre y que ha cazado elefantes en Botsuana asegura que, gastos diarios aparte, matar un elefante en dicho país cuesta entre 20.000 y 30.000 dólares según su tamaño.
En Rann Safaris -cuya página web dejó de estar disponible minutos después de darse a conocer el accidente del monarca-, donde presumen de tener al rey como cliente, un safari de 14 días con un elefante como objetivo cuesta, tasas incluidas, 45.250 euros. Precios, en cualquiera de los casos, para una selecta minoría.
Transparencia en la Casa Real
El Rey, junto a dos búfalos recién cazados en una foto de Rann Safaris.
2011 ha sido el primer año en que se ha hecho público el presupuesto de la Casa Real. La asignación del Rey de España asciende, según la información publicada por la institución, a 140.519 euros -a los que hay que sumar 152.233 en concepto de gastos de representación- de los 8.434.280 de euros totales. Es decir, si el monarca hubiese pagado el paquete básico de Rann Safaris (45.250 euros), habría gastado un 32% de su asignación en la cacería.
Sin embargo, aunque se han hecho públicas las cuentas, sólo se han dado a conocer los detalles generales del presupuesto real. Es decir, con la información actualmente publicada es imposible saber si los gastos del viaje son imputables a la asignación de Juan Carlos I o si lo son a otra de las partidas que tiene la Casa Real.
Una duda que tampoco se podría resolver con la Ley de Transparencia que prepara el Gobierno de Mariano Rajoy, ya que esta norma -al menos en el anteproyecto de ley- no afectaría a la Casa del Rey. Varios partidos, como PNV y Esquerra, reclaman desde hace años mayor transparencia en la información sobre la Corona como también lo hacen muchos españoles que, en Twitter, piden conocer cómo gasta el dinero la familia del Rey y más información sobre su actividad pública.
vía Matar un elefante en Botsuana, a partir de 30.000 euros | España | elmundo.es.