El obispo José Manuel Lorca Planes y los sacerdotes de la Diócesis de Cartagena han lamentando profundamente en un comunicado hecho público en su web la muerte del cura cartagenero Ricardo Muñoz Juárez, sacerdote castrense jubilado y colaborador de la Iglesia de la Caridad de la ciudad departamental.
«Las circunstancias que envuelven a este fallecimiento -continúa el comunicado- hacen más dolorosa y trágica si cabe esta noticia».
A la espera de que se sigan las diligencias oportunas por los cuerpos de Seguridad de Estado, el obispo «desea que pronto se puedan esclarecer los hechos y las causas de la muerte de Ricardo, que ha supuesto una gran convulsión en toda la Diócesis, y de un modo especial en la ciudad de Cartagena, donde era conocido y querido por muchos».
El juez de guardia ha autorizado, sobre las 15.20 horas, el levantamiento del cadáver, que fue hallado este viernes en su domicilio, en el que convivía con su hermana, impedida y también de avanzada edad.En el domicilio de la víctima, situado en la cuarta planta de un edificio de la calle Mayor de Cartagena, continúan los agentes del Cuerpo Nacional de Policía investigando lo sucedido al objeto de verificar si el cura falleció porque los presuntos ladrones le agredieron o fue como consecuencia de un forcejeo.
El fallecido, antiguo párroco de la iglesia de Santo Domingo, cuyo cuerpo fue hallado esta mañana sin vida en su domicilio, situado en el número 31 de la calle Mayor de la ciudad portuaria.
Aunque no ha trascendido aún si el cadáver presentaba signos de violencia, las primeras informaciones apuntan a que el cura ha muerto como consecuencia de un fuerte golpe.
La hermana del sacerdote, que en el momento de ser descubierto el cuerpo también se encontraba en la misma vivienda tirada en el suelo y sin poder moverse, ha declarado a la policía que la pasada noche su hermano, de 82 años, y ella fueron víctimas de un robo en su casa cometido por dos personas.
Por tanto, la hipótesis de que los ladrones sean los responsables del supuesto crimen cobra fuerza.
Al parecer, el antiguo párroco se golpeó con algún objeto contundente tras mantener un forcejeo con los delincuentes.
El sacristán de la iglesia de la Caridad, donde el malogrado cura prestaba actualmente servicios religiosos, fue quien encontró el cuerpo después de que los bomberos echaran abajo la puerta de la vivienda donde el sacerdote residía con su hermana.
Según fuentes de la investigación, los agentes no han encontrado restos de sangre en la casa.
De confirmarse que murió asesinado, sería el segundo caso que se da en cuatro años, ya que en 2007 una pareja de nacionalidad rumana, que ya ha sido juzgada por un jurado popular, mató a martillazos a un cura en su vivienda de Murcia, en el barrio del Carmen, al que también le robaron la cartera y el dinero en efectivo que portaba, así como su teléfono móvil y efectos de las diversas dependencias de la vivienda.
vía El obispo pide que se aclare cuanto antes el presunto homicidio del cura cartagenero. La Verdad.